¿Qué es un registrador de datos?

Un registrador de datos es un dispositivo electrónico que controla las condiciones de un entorno o de un suceso. Utilizados para recoger, registrar y almacenar datos durante periodos de tiempo, los registradores de datos te permiten analizar las lecturas que han recogido, ya sea mediante un software al que se accede conectando un registrador a un PC o Mac, o enviando los resultados directamente a una cuenta de almacenamiento en la nube para que puedas acceder a tus datos en cualquier momento y lugar.

Hay una gran variedad de parámetros que los registradores de datos son capaces de controlar. Los dos más comunes son la temperatura y la humedad relativa, pero hay muchos otros, entre ellos:

  • Tensión o Corriente
  • Monóxido de carbono
  • Dióxido de carbono
  • Presión
  • Evento, recuento y estado
  • Luz
  • Contaminación por partículas
  • Compuestos orgánicos volátiles (COV)

El número de parámetros disponibles, unido a la riqueza de aplicaciones y entornos en los que se puede utilizar un registrador de datos, hace que estos dispositivos sean extremadamente versátiles.

Dos de los tipos de conectividad más comunes son los registradores de datos USB y los registradores de datos WiFi. Cada tipo de registrador tiene sus propias ventajas, pero depende en gran medida de las necesidades de cada persona el tipo que más le atraiga.

Los registradores USB, por ejemplo, son de pequeño tamaño y fáciles de manejar. Algunos vienen con pantallas LCD para que sus lecturas puedan verse inmediatamente. Otros registradores USB son tan sencillos que se activan pulsando un solo botón. El almacenamiento de datos en un registrador USB puede oscilar entre unas 30.000 lecturas y más de 1.000.000. Algunos son robustos y resistentes a la intemperie, lo que permite utilizarlos en dependencias agrícolas y no se estropean con la entrada de agua o si se les somete a una manipulación brusca.

Los registradores WiFi, en cambio, están diseñados para facilitarte la vida por el hecho de que se puede acceder a ellos a distancia. Tienen una naturaleza de “encajar y olvidar”, lo que significa que puedes colocar uno o varios en el lugar deseado y, básicamente, dejarlos hacer. El registro automatizado de datos significa que pueden seguir registrando si se corta la conexión WiFi (y recuperar los datos más tarde), y se pueden enviar alertas a tu teléfono o bandeja de entrada para que nunca te pierdas una infracción de un parámetro crítico. Se puede acceder a lecturas de datos ilimitadas y descargarlas a través de la Nube.

Como ya se ha dicho, hay muchas razones para utilizar registradores de datos, desde el simple seguimiento de la temperatura de un frigorífico hasta la supervisión perfecta de un proceso de cadena de frío de principio a fin. Algunos ejemplos más concretos son

  • Proteger las vacunas durante el almacenamiento
  • Garantizar que los alimentos almacenados y transportados siguen siendo seguros para el consumo
  • Control de la calidad del aire interior y exterior
  • Procesos alimentarios como el horneado o la pasteurización
  • Controles de temperatura automatizados en clínicas médicas y veterinarias
  • Mantener los edificios a salvo del moho y la humedad

Si puedes beneficiarte de la información que proporciona un registrador de datos, no busques más allá de la gama de inalámbricos y registradores de datos USB de Praxas.

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